Fiscalía: confiesa matar a su esposa y su cuñada

VISTA, CALIFORNIA - El hombre que había sido acusado de asesinar a su esposa y su cuñada en Escondido, confesó el crimen dijo la fiscal del caso durante la primera audiencia en una corte en Vista el martes y ahora podría enfrentar la pena de muerte.

Docenas de miembros de ambas familias, tanto del acusado Juan Carlos Ortega como de las dos víctimas se dieron cita en el juzgado para escuchar el fiscal del caso hablar sobre el doble asesinato.

Cuando el fiscal dijo que el acusado Juan Carlos Ortega, de 33 años, "confesó con calificadores" al asesinato de su esposa y su hermana la semana pasada, ambas familias vivieron momentos de mucha tensión.

El juez tuvo que detener el procedimiento varias veces debido al llanto incontrolable y eventualmente trajo alguaciles adicionales para mantener el orden. La madre de Ortega y varios otros miembros de la familia salieron de la sala llorando.

Con la mirada cabizbaja, Juan Carlos Ortega escuchó la lectura de cargos por parte de los fiscales quienes dijeron que el acusado estaba "al acecho" antes de matar a las dos mujeres.

Jodi Brenton, la fiscal del caso, no dio muchos detalles sobre los asesinatos.

Solo dijo que un testigo vio en ambas escenas del crimen a Ortega, y que el mismo confesó que efectivamente había sido él quien se encontraba en el domicilio donde encontraron muerta a su esposa y también en la ubicación donde encontraron el auto en llamas con el cuerpo de su cuñada dentro.

El jueves pasado por la mañana alrededor de las 4:14 a.m., Ana Gabriela Soto, de 26 años, fue encontrada dentro de un SUV quemado cerca de Kauana Loa Drive y Country Club Drive.

Las placas en el SUV llevaron a los investigadores a un hogar en la cuadra 500 de la Avenida 11, donde Veronica Soto Ortega, de 30 años, esposa de Ortega, fue encontrada muerta.

Jodi Breton, dijo que Ortega había "confesado con calificadores".

Los registros judiciales revelaron que Ortega y su esposa se estaban divorciando. La pareja tuvo dos hijas que estaban dormidas cuando encontraron el cuerpo de su madre en su casa. Ambas estaban ilesas y fueron puestas bajo custodia protectora.

"Es devastador. No puedo imaginarme siendo esa familia y descubrir que tus dos hijas, tus hermanas o tus primos, tus nietas, fueron brutalmente asesinados. No puedo imaginar eso ", dijo Breton el martes.

Ortega enfrenta la pena de muerte por los asesinatos.

Después, el padre de Veronica y Ana Gabriela Soto dijo que las mujeres eran trabajadoras y siempre felices.

“Yo pienso que lo hizo porque mis dos hijas se juntaron”, dijo Martin Soto.

A pesar de no tener antecedentes penales, Martin cuenta que ya había detectado comportamiento inusual y en ocasiones hasta agresivo.

 También dijo que no apoya la pena de muerte y preferiría dejar el castigo de Ortega a Dios. La familia de Ortega no habló con los medios.

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