El Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, mencionó a Lawrence, Massachusetts como una de las fuentes primarias de fentanilo en seis condados de New Hampshire durante su discurso donde presentaría su plan para combatir la adicción a los opioides en el país.
Trump mencionó la ciudad de Lawrence mientras presentaba su idea eliminar las ciudades santuario. Además, mencionó que ICE arrestó 15 miembros de MS-13 en el área.
Este lunes, Trump reveló un plan para combatir la epidemia de adicción a analgésicos opiáceos en su país, que incluye un llamado a recrudecer las sentencias a los narcotraficantes y la imposición de la pena de muerte para algunos de ellos.
Trump y su esposa, Melania, visitaron el lunes New Hampshire, el tercer estado con la proporción por sobredosis de opiáceos más alta del país por detrás de West Virginia y Ohio, para presentar una estrategia contra el problema, que mata a 175 estadounidenses cada día.
El alcalde Dan Rivera respondió a Trump el lunes por la tarde.
"Tengo muchas emociones en este momento, porque no es muy frecuente que el presidente tome el nombre de tu ciudad en vano. Así que me gustaría empezar diciendo que al presidente debería darle vergüenza", dijo Rivera. "Está tratando con el dolor y la división, creando monstruo donde en lugar necesitamos soluciones".
Además, Rivera argumentó que la solución propuesta por Trump es una que ha fallado en el pasado.
"Soy de la época de Reagan, crecí en los años 80. Recuerdo la epidemia de crack. Recuerdo las campañas de 'Sólo decir no' a las drogas. Recuerdo el aumento del tiempo en prisión para distribuidores y usuarios", recordó. "¿Pero sabes lo que superó la epidemia de crack y la epidemia de cocaína? Fue la policía que practicaba la policía comunitaria, trabajando con los niños del centro de la ciudad, y el tratamiento serio, a largo plazo y costoso".
Rivera señaló las críticas anteriores de Trump al Granite State y lo acusó de politizar una crisis letal.
"Hablando a sus espaldas, hoy se fue a New Hampshire, sonriéndoles en su cara, después de llamarlos una 'guarida infestada de drogas'".
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Esto no es un problema político, no es un problema de delincuencia, no es un problema de inmigración. Este es un problema humano ", dijo Rivera. "Este es un problema estadounidense, con más de 175 estadounidenses muriendo todos los días. Y el presidente continúa tratando todos los problemas que enfrenta nuestro país como un mitin de campaña, y no lo es".
El gobernador de New Hampshire, Chris Sununu, a quien Trump elogió en su discurso del lunes, ofreció una crítica similar a Lawrence hace un año, acusando a la ciudad de alimentar la crisis de drogas.
Sununu etiquetó a Lawrence como la principal fuente de fentanilo que entraba en su estado y advirtió que estaba a punto de "ponerse duro" con los traficantes a través de la frontera del estado.
Rivera devolvió el golpe en el momento, acusando a Sununu de "amenazar la soberanía" de Massachusetts y de no construir suficientes camas de tratamiento en New Hampshire.
"La crisis de los opiáceos es tan grande que ninguna comunidad está sin problemas, y pagarla con Lawrence es la trampa", dijo Rivera.
Sununu y Rivera hablaron luego por teléfono, luego de lo cual Sununu dijo que Lawrence había estado "haciendo un buen trabajo" en el tema de los opiáceos.
Sununu no fue el primer gobernador de Nueva Inglaterra en acusar a Lawrence, una ciudad de muchos inmigrantes, de alimentar la crisis de la droga en la región. El gobernador de Maine, Paul LePage, dijo que los traficantes de drogas negros e hispanos de Lawrence y Lowell estaban traficando drogas a su estado.
