Funcionarios de hospitales en Connecticut dicen que no se espera que el reciente aumento en las admisiones relacionadas con el COVID-19 provoque una escasez de camas.
Jeff Flaks, presidente y director ejecutivo de Hartford HealthCare, dijo que se han desarrollado planes detallados durante la pandemia para identificar espacios que se pueden usar si es necesario para aumentar la capacidad en sus siete hospitales de cuidados agudos.
El Dr. Tom Balcezak, director clínico de Yale New Haven Heath, que dirige cinco hospitales de cuidados intensivos en el estado con aproximadamente 2,500 camas, dijo que también tienen capacidad para mover a los pacientes en su sistema. Dijo que las diferentes redes hospitalarias también trabajarían juntas, si fuera necesario, para compartir capacidad, trasladando a los pacientes por el estado si una región se abruma.
Balcezak dijo que una diferencia clave entre ahora y el comienzo de la pandemia es que las vacunas han llevado a que menos pacientes requieran camas de cuidado intensivo y ventiladores.
El martes, su sistema tenía 663 pacientes con COVID-19, 95 en la unidad de cuidados intensivos y 62 en ventiladores.
"Y, de manera anecdótica en nuestras UCI, no pudimos encontrar una sola persona que fuera vacunada y reforzada, excepto un paciente que tenía cáncer severo y estaba inmunodeprimido en el momento en que recibió su refuerzo".
Los funcionarios del hospital dijeron que también han podido realizar trabajos no relacionados con COVID sin interrupciones durante el aumento, a pesar de la escasez de personal. Hartford HealthCare informó que alrededor de 600 de sus 30,000 trabajadores se enfermaron con el virus hasta el miércoles.
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“Hemos tenido un puñado de pacientes que cancelan la cirugía todos los días porque dan positivo, o en algunos casos hemos tenido cirujanos o médicos de procedimientos que dieron positivo. Pero ha habido un número muy pequeño de cancelaciones que se han producido”, dijo Flaks.
