El estado está levantando ciertas restricciones con respecto a las pruebas COVID-19 a medida que toman medidas para ampliar la capacidad de pruebas antes de la reapertura, anunció el gobernador Ned Lamont el jueves.
Como parte de ese plan, anunció que levantaría ciertas regulaciones sobre quién puede solicitar pruebas para permitir la expansión. Eso significa que los pacientes ya no necesitarán una referencia de un proveedor médico para hacerse una prueba.
El estado también permitirá a los farmacéuticos realizar pruebas.
El objetivo es aumentar significativamente el número de pruebas que se realizan y también crear un mejor acceso a las comunidades no atendidas.
Los cambios se lograron mediante una combinación de orden ejecutiva , y una orden de implementación firmada por el Comisionado de Salud Pública Renée D. Coleman-Mitchell.
El estado apunta a tener alrededor de 42,000 pruebas de diagnóstico de coronavirus por semana, aproximadamente el doble de la capacidad de prueba actual, para la fecha de apertura del 20 de mayo. El gobernador describió otros criterios para la reapertura en una rueda de prensa el jueves.
Los sitios de prueba COVID-19 del estado aún requerirán una cita.
Local
Un total de 31,784 personas han dado positivo por COVID-19 en el estado, y 2,797 han muerto.
