Connecticut ha registrado más de 10,000 muertes asociadas con COVID-19 desde el comienzo de la pandemia, según datos publicados el martes por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU.
Ha habido 10,076 muertes relacionadas con COVID-19 hasta el martes, lo que marca el 29º recuento general de muertes más alto en el país, según investigadores de Johns Hopkins.
Si bien el número es "profundo" y marca una "estadística muy triste" para el estado, el Dr. David Emmel, presidente del comité legislativo de la Sociedad Médica de Connecticut, dijo que "lo que es aún más desalentador es que las personas continúan muriendo cuando no deberían porque la mayoría de ellos, casi todos, son personas que no están vacunadas”.
Durante la semana que comenzó el 16 de enero, las personas no vacunadas en Connecticut tenían casi 13 veces más probabilidades de morir de COVID-19 en comparación con las personas completamente vacunadas, según datos del estado de Connecticut.
La Dra. Manisha Juthani, comisionada de salud pública del estado, dijo en una entrevista con The Associated Press que aunque un "porcentaje muy pequeño" de los residentes de Connecticut que han sido vacunados y reforzados ha muerto, ocho personas que recibieron una vacuna de refuerzo se encontraban entre los grupo reciente de 212 muertes reportadas a principios de este mes: COVID-19 se ha convertido en una "enfermedad prevenible en gran medida con vacunas".
“Y para aquellos que todavía han estado esperando, que aún pueden considerar recibir una inyección, me hace seguir queriendo tratar de llegar a esas personas antes de que el virus los atrape”, dijo Juthani, quien reconoce que algunas personas nunca aceptarán ser vacunados.
Juthani dijo que el estado actualmente se dirige en la dirección correcta en lo que respecta a COVID-19, citando la disminución de las tasas de casos y el número de hospitalizaciones. Pero subrayó que la pandemia aún no ha terminado y pueden surgir nuevas variantes.
