Crece población de águilas calvas en Massachusetts

Las águilas se están acostumbrando más a los seres humanos

Quien vea un águila calva en el cielo sobre Boston no es víctima de una alucinación: la población de estas majestuosas aves de presa está aumentando en las áreas urbanas del este de Massachusetts, dicen los expertos.

Había 51 parejas confirmadas de águilas calvas con crías en Massachusetts el año pasado, la cifra más alta desde su reintroducción en el estado en 1982, dijo Andrew Vitz, ornitólogo del departamento estatal de Pesca y Vida Silvestre. En los últimos años se ha confirmado la presencia de parejas en Milton, Waltham, Lynnfield y Framingham, poblaciones todas de los alrededores de Boston.

"Una de las áreas de mayor expansión ha sido el este de Massachusetts, para gran sorpresa de todos", dijo Vitz.

La cifra real en el estado es probablemente mayor, porque puede haber parejas con crías desconocidas por los científicos, y la población invernal crece con águilas que migran hacia el sur cuando los lagos más al norte se congelan, añadió.

Las redes sociales están llenas de avistamiento de las aves, reconocibles por su envergadura de alas de más de dos metros y sus cabezas blancas.

Se las ha visto cerca del río Charles y la laguna Jamaica en Boston, la laguna Spy en Arlington e incluso la represa Chestnut Hill cerca de la Universidad de Boston, cuyos equipos deportivos se llaman Águilas.

No todos los avistamientos se han confirmado ni se sabe con certeza si es la misma águila o varias, pero no cabe duda de que hay más que antes, dijo Vitz.

Las águilas se están acostumbrando más a los seres humanos y éstos no las cazan como antes, dijo Kevin McGowan, de la universidad de Cornell.

"Uno nunca se cansa de verlas", acotó. 

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