Ante el miedo a las políticas migratorias de la actual administración federal, un joven graduado de la Universidad Harvard se vio obligado a tomar la difícil decisión de salir de Estados Unidos y regresar a su tierra natal en México, temeroso de una deportación, esto a pesar de estar casado con un ciudadano americano.
La razón principal de esta decisión según Francisco Hernández Corona y su esposo Irving, fueron los constantes operativos de ICE dentro de su comunidad.
Noticias Noreste 24/7 en Telemundo Nueva Inglaterra.

Dice que la ansiedad ya no lo dejaba ni salir de su casa tranquilo para realizar la más mínima diligencia, tenía terror de ser deportado.
“Hicimos la decisión de irnos porque me daba mucho miedo durante la administración que está ahora de que me fuera a detener ICE, de que termine yo en un centro de detención, de que me manden al salvador por mis tatuajes, de que no me entiendan", dice Hernández Corona.
Manténte al tanto de las noticias locales y del estado del tiempo. Suscríbete a nuestros newsletters gratuitos aquí.

Aunque el miedo fue el motor de la decisión de dejar al país que por décadas conoció como su hogar, su historia no comenzó así.
“Para mí yo tenía un sueño, de que algún día yo voy a ayudar a mi mamá nosotros vamos a sobresalir, yo le voy a comprar una casa, voy a hacer que todo esté bien… todos los sacrificios que ella hizo yo voy a poder y yo voy a respaldar a mi familia…”, dijo Hernández Corona.
Eso lo impulsó a esforzarse en sus estudios de secundaria preparándose para llegar a una de las universidades más prestigiosas de EEUU: Harvard, pero su vida de repente cambió.
“En esos tiempos mi mamá fue diagnosticada con una enfermedad que no tenía cura…”
Su madre falleció y quedó completamente solo en la pequeña comunidad de Lenox en California. Aún así él recibió el respaldo de sus profesores.
“Una de mis maestras dijo - yo tengo un cuarto, y se lo vamos a ofrecer a Francisco y le vamos a ofrecer un hogar-”
Adoptado por su maestra, continuó el camino a su meta de ser aceptado y posteriormente graduarse de Harvard bajo la protección de DACA, pero a pesar de aquel hito se vio obligado a huir de EEUU temeroso de una deportación.
Francisco entró a Estados Unidos por segunda vez a los 10 años enviado por su padre con un coyote, después de haber pasado el límite de su visa en una previa entrada al país.
Su esposo Irvin explica lo compleja que era la situación de Francisco, “después un poco tiempo que nos casamos descubrimos que su situación era muy diferente y que por la situación de que su papá le hizo pasar su situación, él no puede estar aquí en los Estados Unidos…”
Esto le impidió regular su estatus migratorio a pesar de que su pareja era ciudadano americano.
“Fue triste decepción, fue depresión, y después fue coraje, fue enojo, pero yo nunca he hecho nada malo…”, dice Francisco.
Por eso tomaron la difícil decisión de irse juntos al país natal de Francisco e iniciar una nueva vida.
“En eso de que estamos dejando estas emociones hay lugar para emociones bonitas, ya sea felicidad… hacer cosas bonitas ayudar…”.