Revere Beach se llenó de personas que intentaban aprovechar el clima más cálido el domingo, algo que la ciudad usó como una oportunidad para repartir máscaras y otros suministros.
El calor del fin de semana se produjo pocos días después de que el gobernador firmó una orden ejecutiva que requería que todos usaran una máscara, un esfuerzo para combatir el coronavirus.
El alcalde Brian Arrigo y un grupo de voluntarios prepararon mesas a lo largo de la playa y distribuyeron 1,000 bolsas que también incluían guantes y toallitas con alcohol.
"Cada vez que veo a alguien sin máscara, es preocupante", dijo. "También estamos educando a las personas, recordándoles que tienen que usarlas", agregó.
Algunas personas caminaban sin máscaras. Otros no tenían una y recogieron una.
“Este es nuestro error. Pensamos que no habría tanta gente en las calles ", dijo Andrés Ramírez.
La ciudad planea continuar distribuyendo máscaras mientras el coronavirus siga siendo una amenaza para la salud pública.
