Ya que las comunidades minoritarias están siendo particularmente afectadas por la pandemia de coronavirus, muchos inmigrantes tienen miedo de hacerse la prueba.
Hay niveles palpables de dolor en Chelsea, Massachusetts.
"Algunos días, ni siquiera puedo hablar de eso, como ayer, estaba tan desesperada", dijo Maureen Cawley, residente de Chelsea por 11 años. "Nuestra gente se está muriendo", agregó.
Chelsea, una ciudad donde más del 60% de las personas son latinas, ya ha visto morir a 23 personas a causa de COVID-19, y existe la preocupación de que seguirán más debido al temor de que no se hagan las pruebas debido a su estado migratorio.
"A nadie le importa el estado de su documentación", dijo el administrador de la ciudad Tom Ambrosino. "Nadie te va a preguntar al respecto, nadie te hará un seguimiento".
Ambrosino quiere que cualquier persona sintomática se haga la prueba. Los profesionales de la salud están reforzando el mismo mensaje.
"Independientemente de su estado migratorio, puede ser paciente en otra organización de atención médica", dijo el director Dean Xerras del Centro de Atención de la Salud Chelsea Hospital del Hospital General de Massachusetts. "No tiene que ser paciente de MGH, y nos ocuparemos de usted".
Local
Cientos de personas que deben ser atendidas reciben ayuda en forma de alimentos, EPP y pañales.
"La línea es enorme. Preparamos 450 bolsas. Probablemente tenemos suficiente para 100 personas más, y luego no sé qué hacer", dijo Gladys Vega, directora ejecutiva de la organización sin fines de lucro Chelsea Collaborative, la organización que distribuye los alimentos. "Hoy, probablemente alimentaremos a más de 600 personas".
Y como Cawley te dirá, son las personas las que más lo necesitan.
"Muy pobre", explicó. "Pobre clase trabajadora. Trabajando mucho por nada".
