La policía en East Haven, Connecticut exhumó un cuerpo relacionado con un asesinato de 1975 solo para descubrir que desenterraron a la persona equivocada.
Los funcionarios dijeron que confiaban en haber localizado el lugar del entierro de la mujer, pero finalmente determinaron que no era el cuerpo que estaban buscando.
Los investigadores han estado trabajando en un caso sin resolver de homicidio en el que el cuerpo de una mujer no identificada fue atado, amordazado y envuelto en una lona. El cuerpo fue encontrado en una zanja de drenaje el 16 de agosto de 1975, según la policía.
En ese momento, los detectives siguieron varias pistas, pero nunca encontraron nada sólido de lo que partir. Las autoridades dijeron que el cuerpo de la mujer permaneció en la Oficina del Médico Forense Jefe (OCME) durante más de un año antes de ser llevado a una funeraria.
Según la policía, East Haven Memorial Funeral Home facilitó un entierro en el ahora abandonado State Street Cemetery, pero nunca marcaron su tumba.
La State Street Cemetery Association ha sido criticada por registros de entierro inadecuados e inexactos, así como por entierros masivos, a lo largo de los años. La policía dijo que el cementerio era conocido como un lugar donde se enterraba a transeúntes, personas sin hogar y cuerpos no reclamados.
El lugar del entierro no se conoció durante 47 años. En 2020, los funcionarios dijeron que intentaron identificar el cuerpo utilizando muestras de ADN y genealogía, pero los tres intentos fallaron. Debido a esto, la policía decidió que era hora de tratar de localizar el lugar del entierro y exhumarla.
Los investigadores dijeron que llevaron a cabo una investigación exhaustiva, incluida la utilización de los registros de entierros públicos en la Oficina del Secretario de Hamden y el rastreo del último socio vivo conocido del antiguo cementerio.
El miércoles, la policía dijo que ejecutó una orden de allanamiento y encontró un ataúd en el área exacta que se creía que era la tumba. Pero una vez que los agentes llegaron al ataúd y lo inspeccionaron, se dieron cuenta de que el cuerpo no pertenecía a la víctima del asesinato.
"Estamos decididos a identificarla para, con suerte, darle un cierre a su familia, pero primero tenemos que sortear los desafíos de localizarla en un cementerio abandonado", dijo el capitán Joseph Murgo en un comunicado.
