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Programa ayuda a familias de Mass. que dejan de recibir asistencia pública

El programa ayuda con pagos que van 300 a 700 dólares mensuales, durante dos o tres años, dinero que debe ser utilizado para compensar el valor de las beneficios perdidos.

Telemundo

A pesar de trabajar, muchas personas no ganan suficiente dinero para cubrir todas sus necesidades, irónicamente, ganan demasiado para recibir asistencia pública, como vivienda, cupones de alimento o cuidado infantil.

"Teníamos un camión, estábamos viviendo fuera del camión. Y el dinero no nos suplía. Y empecé a intentar trabajar y buscar ayuda financiera. Cupones de comida, dinero en efectivo. Pero cuando empecé a trabajar, pues ya decían que estaban ganando demasiado, me quitaron la ayuda", explica Liza Montalban.

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Montalbán, quien es madre de familia, sufrió lo que los expertos denominan "El efecto precipicio". Que ocurre cuando una familia que recibe beneficios públicos es descalificada debido a un ligero aumento en sus ingresos.

Beneficios como acceso a vivienda pública, sección 8, cuidado infantil subsidiado y cupones de alimento se reducen a medida aumenta el salario de 15 a 28 dólares por hora.

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"Se siente bien frustrante, se siente como que uno pierde la esperanza. A veces estás tan cansada de trabajar tan duro, de darle todo lo que tienes y aún no se tiene suficiente". Explica Liza, quien encontró apoyo en el programa "Puente a la prosperidad" (conocido en inglés como "Bridge to Prosperity").

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El programa ayuda con pagos que van 300 a 700 dólares mensuales, durante dos o tres años, dinero que debe ser utilizado para compensar el valor de las beneficios perdidos.

“Este programa me ha cambiado la vida. No parece mucho, pero complementó de inmediato los cupones de alimentos”, dijo Montalbán.

Los participantes también cuentan con asesores financieros y profesionales que los ayudan a salir de la asistencia pública a medida que mejoran sus finanzas.

“Analizamos sus objetivos tanto desde una perspectiva profesional como financiera y trabajamos juntos en un plan que le permita tomar medidas y acciones para alcanzar sus metas”, dijo Raffaella Molteni, asesora de Liza Montalbán.

Montalbán pudo conseguir un auto a través de Second Chance Cars, lo que le permitió aceptar un nuevo trabajo más lejos de casa, más acorde con sus objetivos profesionales. Con la ayuda de Molenti, creó un presupuesto para minimizar los gastos variables y generar ahorros para emergencias.

“El programa no solo le brinda el apoyo financiero que necesita para la transición durante este tiempo, sino que también le da mucha motivación y confianza, y le permite mirar hacia un futuro diferente”, dijo Molteni. “Muchas veces, es muy difícil pensar en cómo salir de una situación si no se cuenta con este tipo de apoyo”.

“Creo que lo primero es recordar que se puede superar cualquier cosa. Se puede recuperar de absolutamente cualquier cosa; si yo pude, cualquiera puede. Hay apoyo, hay recursos, solo hay que estar abierta a pedir ayuda y aceptarla. No hay vergüenza en eso. Creo que muchas veces nos frenamos. Queremos creer que tenemos que hacerlo solas, pero nunca estamos solas”, dijo Montalban. “Encontré un propósito en mi camino, en mi lucha. Ahora soy más fuerte, tengo más confianza, y siento que puedo superar cualquier cosa. Y ahora quiero poder ayudar a otras mujeres a superar sus dificultades también”, agregó.

Cien familias trabajadoras de bajos ingresos que reciben asistencia pública y residen en el área metropolitana de Boston, Springfield y Worcester serán seleccionadas para participar en el programa. Tras completar con éxito el programa piloto, los participantes podrán optar a un bono de $10,000 que les permitirá alcanzar estabilidad  financiera a largo plazo.

La investigación del programa piloto se utilizará para estudiar el impacto de los pagos directos como apoyo transitorio y si esto pudiese reducir los costos para el Estado a medida que los residentes reducen su necesidad de beneficios públicos. El programa utiliza $1 millón en fondos de la Ley del Plan de Rescate Estadounidense y una subvención filantrópica de $500,000 de JP MorganChase.

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