Los dueños de restaurantes continúan argumentando que es injusto que North End enfrente más restricciones para cenar al aire libre que cualquier otro vecindario de la ciudad, y ahora están intensificando su batalla en los tribunales con la alcaldesa de Boston, Michelle Wu.
Son 21 propietarios de restaurantes de North End y la Cámara de Comercio de North End los que modificaron su demanda presentada a principios de este año en un tribunal federal.
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Ahora exigen millones en daños monetarios, incluida una compensación por la pérdida de ingresos por la prohibición de cenar al aire libre en 2023 y 2024, reembolsos de los $7,500 en tarifas que los restaurantes de North End debieron pagar en 2022 y compensación por las tarifas incurridas por el almacenamiento de Equipos y muebles utilizados para cenar al aire libre.
La demanda alega que "la conducta de la Ciudad violó sus derechos constitucionales bajo las cláusulas de Igualdad de Protección y Debido Proceso de la Decimocuarta Enmienda, y su imposición de duras tarifas de participación en 2022 fue un impuesto ilegal".
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La alcaldesa ha argumentado que la tarifa ayuda a compensar a las personas que viven en el vecindario, que enfrentan más problemas de estacionamiento, más tráfico peatonal y basura.
Pero la demanda federal alega que se trata de un "trato desigual, injusto y discriminatorio a los restaurantes italianos", ya que North End es el único vecindario de la ciudad que enfrenta restricciones que los limitan a "patios en las aceras que cumplen con las normas" y prohíben comer en la calle.
Estos propietarios de restaurantes planean protestar el viernes por la mañana en sus esfuerzos por llevar este caso a juicio.