El sindicato de atención médica más grande de Connecticut dijo el lunes que le pedirá al gobernador Ned Lamont que otorgue a los hogares de ancianos otros 30 días para garantizar que todos sus empleados estén siendo vacunados contra el COVID-19.
Lamont firmó una orden ejecutiva este mes que impide que los asilos de ancianos empleen a personas que no hayan recibido al menos una dosis de la vacuna COVID-19 antes del 7 de septiembre. Aquellos que violen la orden enfrentan multas de $20,000 por día.
Pedro Zayas, portavoz de SEIU 1199, dijo que sin la extensión, los hogares de ancianos enfrentarán escasez de personal que comprometerá la atención.
“Creemos que 30 días permitirán suficiente tiempo para que todos los empleadores se sumen y ejecuten su programa”, dijo Zayas. “Creemos que podríamos usar ese tiempo, junto con los empleadores, para educar a los trabajadores que están indecisos o que necesitan algún otro tipo de apoyo”.
Max Reiss, el portavoz del gobernador, no dijo si el gobernador ampliaría el plazo, pero señaló que la autoridad ejecutiva de emergencia de Lamont vence el 30 de septiembre.
