Un exmiembro de la pandilla Latin Kings que también trabajaba en las Escuelas Públicas de Boston fue sentenciado el jueves a más de 18 años de prisión por cargos de extorsión, según las autoridades federales.
Shaun Harrison, de 63 años, era un decano académico en English High School que, según los fiscales, usó su posición para reclutar estudiantes para la pandilla Latin Kings. Fue sentenciado a 218 meses de prisión, con crédito por 98 meses cumplidos, y tres años de libertad supervisada.
Harrison se declaró culpable en agosto pasado de conspiración para llevar a cabo asuntos empresariales a través de un patrón de actividad de crimen organizado.
En 2018, Harrison fue condenado por dispararle a un estudiante en la nuca, quien pensó que le había robado dinero, ya no quería vender drogas y podría contarle a la policía sobre el plan, dijeron los fiscales. El estudiante sobrevivió y Harrison fue sentenciado a alrededor de 25 años en una prisión estatal por ese crimen.
Luis Rodríguez, revivió la noche del 3 de marzo de 2015, cuando Shaun Harrison, le disparó en la nuca mientras caminaban por las calles del vecindario Roxbury, "sentí que fue solo un fuerte golpe y golpeé el suelo" dijo en inglés.
Tras 12 días en el hospital Rodríguez quedó con la quijada fracturada, daño neural y perdió parte de su audición.
“Shaun Harrison llevó una doble vida: usó su posición como decano de la escuela secundaria para involucrarse en la violencia y reclutar jóvenes en riesgo para una empresa criminal violenta. La sentencia de hoy garantiza que permanecerá en prisión y fuera de las calles de nuestra ciudad durante un período de tiempo significativo”, dijo Joseph R. Bonavolonta, agente especial a cargo de la Oficina Federal de Investigaciones, División de Boston. “La convergencia de pandillas, armas y drogas es una amenaza grave para nuestras comunidades que el FBI y nuestros socios encargados de hacer cumplir la ley trabajan arduamente todos los días para abordar”.
Las autoridades federales se refieren a los Latin Kings como "una empresa criminal violenta compuesta por miles de miembros en todo Estados Unidos".
Las autoridades dicen que Harrison, no ha mostrado arrepentimiento alguno y han comprobado que en prisión, siguió en comunicación con la pandilla, rehusandose a cooperar o delatar a otros. Harrison y otras 58 personas han sido sentenciadas por realizar actividad criminal con tal pandilla en Nueva Inglaterra.
