Acusado de canibalismo enfrenta varias denuncias

José Salvador Alvarenga no solo tiene varias demandas en su contra

El pescador salvadoreño quien dice que estuvo a la deriva más de un año no solo fue demandado por la familia de su compañero fallecido durante la travesía sino que además enfrenta otras cuestiones personales.

Alvarenga, consultado por un equipo de Telemundo en El Salvador, negó los hechos que lo salpican.

José Salvador Alvarenga, de 37 años, deberá encarar el pleito legal emprendido por la familia de su amigo, Ezequiel Córdoba, de 22 años. 

Su versión de lo ocurrido fue difícil de creer para muchos que no pueden explicar cómo un hombre puede sobrevivir comiendo tortugas, pescado y aves crudas durante una travesía de más de 6,500 millas desde la costa de México.

Alvarenga llegó en enero de 2014 a las Islas Marshall, en el medio del Océano Pacífico, después de pasar 438 días a la deriva.

Según relata la prensa de El Salvador, Alvarenga contó que "Córdoba murió después de cuatro meses de haber quedado a la deriva porque no pudo adaptarse al sistema de supervivencia. Su estómago (de Ezequiel) se negaba a digerir la carne cruda. Cortaba la carne en trozos pequeños e intentaba darle de comer como a un bebé".

El pescador de atún describió cómo, después de que su amigo murió de hambre, dejó el cuerpo en descomposición en la proa de la embarcación durante seis días para hacerse compañía.

Pero la familia de Córdoba ahora está exigiendo un millón de dólares de compensación después de afirmar que el joven fue una víctima de canibalismo.

El abogado de Alvarenga, Ricardo Cucalón, negó al periódico El Diario de Hoy de El Salvador  que el náufrago haya comido a su compañero de tripulación, sino que había arrojado su cuerpo en el agua.

Señaló que el pleito se inició apenas unos días después de que el libro largamente esperado sobre la terrible experiencia de Alvarenga saliera publicado en Estados Unidos.

“Más creo que (la demanda) es un proceso de presión para que él pueda pagar parte del dinero tras el que todos van. Todos van tras del bendito dinero de Salvador Alvarenga, que no es tanto como se menciona”, señaló Cucalón a El Diario de Hoy

Alvarenga estaba trabajando en un pueblo de pescadores en la costa del Pacífico de Chiapas, sur de México, cuando los dos hombres sacaron un pequeño barco de pesca para la captura del atún.

La embarcación desapareció durante el mal tiempo el 17 de noviembre de 2012 y no se encontró ningún rastro de ellos o el barco durante una intensa búsqueda de dos semanas.

La esposa de Alvarenga niega por su parte, los hecho que le achacan a su marido. Mientras, Alvarenga enfrenta otras cuestiones relacionadas con una denuncia pública que por paternidad hizo una mujer.

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