Forenses, sin evidencia de trágico final de alumnos

No han podido probar la versión oficial de que los tres estudiantes fueron disueltos en ácido.

El Instituto de Ciencias Forenses del estado mexicano de Jalisco dijo que aún no existe evidencia científica de que los tres estudiantes desaparecidos el 19 de marzo fueran disueltos en ácido tras ser asesinados.

"No hemos encontrado pruebas que nos permitan corroborar el ADN de los jóvenes dentro de los residuos de esos contenedores", expresó el director general del instituto, Luis Octavo Cotero, en un comunicado leído ante periodistas.

Aunque no se tienen estas evidencias, sí hay indicios de sangre que coinciden con el perfil genético de dos de los tres estudiantes desaparecidos por miembros de un cartel de las drogas que los confundieron con sus enemigos.

"Es fundamental aclarar que es una investigación que sigue su curso y no está cerrada", aseguró el director.

Explicó que los tinacos (depósitos de plástico) en los que se sospecha habrían sido diluidos los estudiantes son analizados por peritos del instituto y por la división científica de la Policía Federal en busca de rastros de ADN.

Cotero indicó que las propiedades corrosivas del ácido sulfúrico rompen las moléculas del ADN "y en estas condiciones es imposible obtener algún perfil genético".

Además, los criminales utilizaron la concentración más alta de este químico combinado con agua que "potencializa el grado de destrucción de organismos", abundó.

El director respaldó la versión de la Fiscalía de Jalisco de que los tres jóvenes fueron asesinados y diluidos en ácido que está sustentada en indicios de sangre y declaraciones de dos detenidos, miembros del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Señaló que en unas esposas y en el piso de dos fincas se hallaron manchas de sangre correspondiente al perfil genético de los padres de Marco y Daniel, pero no se han encontrado de Javier Salomón, que según las versiones fue golpeado y torturado hasta morir.

Los peritos forenses del instituto y de la policía federal analizan más de 150 indicios para encontrar algún rastro del perfil genético de Javier Salomón y que podrían dar datos importantes para la investigación.

El experto forense de la Universidad de Guadalajara, Helix Iván Barajas, afirmó a Efe que sí se pueden extraer un perfil genético de los restos de ácido sulfúrico mediante análisis exhaustivos que tardan entre uno y tres meses.

Explicó que en situaciones de cuerpos inmersos en un ácido tan corrosivo, el principal paso es inactivar el químico encontrado en los recipientes mediante un proceso de laboratorio que solo necesita cal aunque es un procedimiento lento.

"Si se encontrara algún material biológico ya sea tejido óseo o blando, se envía al genetista para que con sus herramientas pueda extraer el ADN. Un dictamen así es un resultado irrefutable", aseguró.

Añadió que el éxito de los resultados dependerá del tiempo en que los cuerpos hayan estado en los contenedores y de la concentración de ácido que utilizaron los delincuentes.

Barajas aseguró que en el estado de Jalisco se cuenta con la tecnología para obtener el ADN por lo que es importante que el caso sea llevado por un cuerpo multidisciplinarios de forenses, químicos, antropólogos, genetistas y odontólogos.

Ante las dudas de los padres de uno de los jóvenes sobre la forma en que fueron disueltos, Barajas aseguró que los contenedores de agua en los que fue vertido el ácido sulfúrico sin son resistentes para recibir este tipo de químicos que alcanza temperaturas elevadas.

Pidió a los funcionarios forenses y de la fiscalía a tener sensibilidad ante casos como el de los tres estudiantes para evitar revictimizar a las víctimas y los familiares.

Rubén Ortega, experto en derecho forense de la UdeG, señaló a Efe que la fiscalía si puede determinar que los jóvenes no están vivos debido a que cuentan con indicios de ADN y declaraciones de dos de los involucrados.

Reconoció que es normal que haya dudas de la investigación pues casos como los de Ayotzinapa "han ido desacreditando" a las fiscalías y "hoy aunque nos digan la verdad, no les tenemos confianza".

"Va a tener que trabajar más la fiscalía, aunque haya pruebas de que efectivamente fueron torturados y estuvieron en esos lugares. Quedan algunas lagunas que les falta a la fiscalía por aclararnos y por el descrédito que tiene, la duda crece", concluyó.

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