Roca consentida: sale del spa la más grande esfera precolombina

San José (Costa Rica)- La esfera de piedra precolombina más grande del mundo, de 8.7 pies (2,66 metros de diámetro) y unas 53 mil libras de peso (24 toneladas), ha recuperado su esplendor tras un cuidadoso proceso de restauración a cargo de expertos de México y de Costa Rica, donde fue descubierta en 1990 en un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad.

Este monumento único fue elaborado hace centenares de años en un tipo de piedra ígnea llamada "gabrodeorita", de acuerdo con la información científica, y está ubicado en el sitio arqueológico El Silencio.

La esfera exhibía roturas debido a los agentes microclimáticos extremos -aguaceros, cambios de temperatura, inundaciones- que hay en el sur del país, explicó a Efe la coordinadora de la misión de restauración, la mexicana Isabel Medina-González.

"Presentaba grietas grandes y desprendimientos" que requirieron tratamientos de restauración e intervenciones que han consistido en la limpieza en seco y en húmedo, con una mezcla de agua y alcohol, precisó esta doctora en Arqueología con especialidad en Patrimonio Cultural y Museos por el University College London, Reino Unido.

La esfera, además, fue tratada con sustancias que permitieron el control microbiológico y su estabilización.

El trabajo de campo y laboratorio duró dos años, mientras que el proceso de restauración, que se extendió cinco semanas y culminó recientemente, "consistió en la elaboración de ribetes, se hicieron reintegraciones volumétricas y una reintegración a color", dijo la restauradora.

También se colocaron un total de 30 fragmentos de roca desprendidos -la mayoría en la parte superior de la esfera- que fueron cuidados por el Museo Nacional de Costa Rica. La recuperación de estas piezas fue realizada gracias a excavaciones controladas recientes.

"Con esto, la esfera ha recobrado tanto su estabilidad como los valores que la hacen importante y relevante para nosotros, conservando su autenticidad y las huellas del paso del tiempo", dijo Medina-González.

Al final del proceso, añadió la experta, "la esfera naturalmente no quedó como nueva o como en algún momento se elaboró, pero sí cumple con criterios profesionales de conservación y restauración".

A partir de ahora, las autoridades deben revisar cada año cómo se encuentra la esfera y brindarle mantenimiento.

En el 2014 la Unesco declaró como Patrimonio Cultural de la Humanidad las esferas de piedra precolombinas, únicas en el mundo y elaboradas por el pueblo indígena con fines astronómicos, sociales y artísticos.

La peculiaridad de estos monumentos radica en la perfección de sus formas, así como la gran cantidad, el tamaño y la densidad de las mismas: existen esferas de entre 0,7 y 2,57 metros de diámetro cuya fabricación, utilización y significación siguen constituyendo en parte un misterio.

La esfera ubicada en El Silencio es la más grande encontrada hasta ahora, lo que la convierte en un "monumento de significativa importancia no solo para los costarricenses sino para el resto del mundo", afirmó Medina-González.

"Sus asociaciones y el empedrado que lo circunda hablan de un sitio donde se llevaban a cabo actividades, seguramente de una población con cierta exclusividad, y obviamente es una asociación interesante porque habla de actividades que estaban lejanas de la aldea de El Silencio y eso significa que realizaban rituales en el entorno de la esfera", dijo la experta mexicana.

La extensión total del sitio El Silencio -que no está abierto al público- es de unas 20 hectáreas, y en la parte posterior está ubicada la esfera que ha sido restaurada y cuyos registros de existencia se remontan a 1990.

"Lo que sabemos es que la roca con la que fue realizada la esfera está compuesta de silico luminato y ferromagnesiano. Los silicatos son compuestos con bastante mayor dureza, mientras que los ferromagnesiano son básicamente arcillas que se acomodan de forma laminar y esto permitió que la esfera se elaborara a partir de golpes laterales", destacó la restauradora Medina-González.

El sitio arqueológico El Silencio, junto a Grijalba 2, Finca 6 y Batambal, son cuatro espacios Patrimonio de la Humanidad. Todos son representativos de las culturas precolombinas que tuvieron su apogeo entre los años 300 y 1.500 d.C.

La experta Medina-González forma parte de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía del Instituto Nacional de Antropologías e Historia de México, ente que junto con el Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México trabaja con las autoridades costarricenses para la protección y conservación de la esfera de El Silencio.

Por parte de Costa Rica participó el Laboratorio Nacional de Nanotecnología, el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales de la Universidad de Costa Rica, así como el Museo Nacional.

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