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Le queman las pertenencias a migrantes, en su mayoría venezolanos, en protesta en Chile

Telemundo

SANTIAGO — Centenares de residentes se congregaron el sábado en las calles de Iquique, en el norte de Chile, en una manifestación contra la inmigración irregular en esa zona y en la que participantes quemaron pertenencias de los migrantes, en su mayoría venezolanos, un día después de un desalojo gubernamental generó controversia en el país sudamericano.

La manifestación transcurrió por algunas de las calles principales de esa ciudad de 200,000 habitantes, adonde llegan numerosos migrantes, principalmente de Venezuela y Colombia, que ingresan de forma irregular por las porosas fronteras del desierto chileno.

Durante la marcha, que fue retransmitida por las televisoras locales, se mostraron pancartas en las que se leía “Cierre de fronteras ahora” o “No más inmigrantes indeseables”, se escuchaba el canto de “chilenos primero”, o gritos de “a recuperar la ciudad”, junto a oleadas de banderas chilenas. Además, en algunos casos, los manifestantes hicieron barricadas en las que se quemaron las posesiones de algunos migrantes que viven instalados en carpas en las calles.

El relator especial sobre los derechos humanos de los migrantes de la ONU, Felipe González, se pronunció sobre los hechos y calificó como una "inadmisible humillación" el ataque incendiario contra las pertenencias de las personas inmigrantes.

"El discurso xenófobo, asimilando migración a delincuencia, que por desgracia se ha ido volviendo cada vez más frecuente en Chile, alimenta esta clase de barbarismo", afirmó.

CENTENARES DE MIGRANTES FUERON DESALOJADOS UNA HORA ANTES

La manifestación se produce apenas unas horas después de que la policía chilena desalojara a centenares de migrantes de una céntrica plaza pública de la ciudad, en un movimiento que ha sido criticado por algunos sectores sociales y políticos.

La plaza, que había sido declarada en riesgo sanitario, fue ocupada durante meses por sucesivas familias, muchas con menores y bebés, a la espera de poder trasladarse a la capital chilena u otras partes del país en busca de trabajo y vivienda.

En algunos casos, los migrantes aseguran que cuentan con familiares en el país y que buscan reunirse con ellos o contar con su apoyo para salir adelante.

“El centro del problema es descontrol fronterizo que hay en la región” que se traduce en la plaza desalojada, “y en muchas plazas más y parques de la ciudad”, indicó a medios chilenos el alcalde de Iquique, Mauricio Soria, quien calificó las medidas del gobierno como “mediáticas” y “cortina de humo”.

Son 150 las personas desalojadas, “pero en la ciudad hay más de 1,000 en distintas plazas” y desalojarlas no resuelve el problema, sentenció. Soria señaló que el desplazamiento forzoso de venezolanos es un problema “mundial” y las municipalidades no tienen competencias para resolverlo.

Más de 23,000 migrantes ingresaron de manera irregular a Chile por pasos no habilitados entre enero y julio de 2021 respecto de los 16,848 que llegaron durante todo 2020, según cifras del Servicio Jesuita Migrante. El gobierno afirma que en lo que va del año unos 7,000 extranjeros han llegado por el norte.

El gobierno chileno ha expulsado a centenares de migrantes irregulares en lo que va de 2021, una decisión en ocasiones cuestionada por los tribunales chilenos que afirman que en ciertos casos se vulneran derechos básicos de los deportados. El gobierno ha señalado en las últimas horas que retomarán la política de expulsiones para lo que contrató vuelos especiales con una aerolínea comercial.

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