Rhode Island entra en una fase de cierre preventivo por dos semanas, en un intento de contener el avance del coronavirus en la región.
Durante esta pausa la gobernadora Gina Raimondo ordenó el cierre total de gimnasios, bares, bowlings, cines y casinos. Las reuniones sociales están prohibidas y los restaurantes solo podrán permitir grupos familiares de hasta ocho personas, mientras que las tiendas deberán monitorear la capacidad en base a las medidas del local.
Dueños de negocios ya expresaron sus preocupaciones sobre las implicaciones financieras de estas medidas, como Morgan Snyder quien es propietario de Buttonwoods Brewery y quien dice que la venta para llevar ha sido un alivio en la pandemia, pero que el servicio al aire libre durante los fines de semanas representa la mayor parte del ingreso.
Snyder dice que las restricciones representan menor capacidad y por ende menos clientes.
Rhode Island está usando fondos federales para asistir con hasta $50,000 en ayudas a los negocios impactados por la pausa y el periodo para solicitar el dinero se mantiene abierto por las próximas dos semanas.
Las restricciones temporales son "cruciales" para evitar que el sistema hospitalario del estado se vea abrumado y para evitar un cierre más severo, según Raimondo.
Se programó el envío de una alerta a los teléfonos de los residentes con un recordatorio sobre las nuevas medidas, a partir del lunes. Se espera que el cierre finalice el 13 de diciembre.
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"Esto no será fácil, pero les suplico que lo tomen en serio", dijo Raimondo en un recordatorio por correo electrónico sobre las nuevas medidas. "La elección de reunirse con personas fuera de su hogar tendrá un efecto dominó que aumentará la presión sobre nuestros hospitales y pondrá vidas en riesgo. Por favor, ponga la salud y la seguridad en primer lugar, y quédese en casa durante las próximas dos semanas tanto como sea posible".
