Estados Unidos

La temporada de huracanes del Atlántico 2019 está a punto de comenzar y por quinto año consecutivo tuvo su primera actividad antes de la fecha oficial, debido a la formación de Andrea, una tormenta subtropical que no alcanzó a las costas de Estados Unidos.

Pero aun así, se espera que la temporada esté "cerca" del promedio, con entre unas 9 y 15 tormentas, de las cuales solo unas 4 o 8 llegarían a ser huracanes, según la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA, por sus siglas en inglés). 

La NOAA reveló su pronóstico el 23 de mayo sobre la formación de ciclones tropicales en el Océano Atlántico, el mar Caribe y el golfo de México y aunque se puede considerar “normal”, es importante no descuidarse debido a que cualquier tormenta tiene la posibilidad de causar destrucción a su paso.

De acuerdo con estadísticas de la misma NOAA, cada temporada de huracanes tiene en promedio 11 sistemas formados a los que se les da un nombre; de esos, seis se convierten huracanes y dos son de categoría 3 o mayor. La mayor parte de esos sistemas se producen entre los meses de agosto y octubre.

Otros pronósticos

El anuncio de la NOAA se hace más de un mes después que el Departamento de Ciencias Atmosféricas de la Universidad Estatal de Colorado divulgara su proyección sobre la venidera temporada de huracanes.

Será “por debajo del promedio”, había dicho el Dr. Philip Klotzbach.

Según su análisis, Klotzbach estima que este año podríamos ver al menos 13 tormentas nombradas de las cuales al menos cinco podrían convertirse en huracanes y de ellos dos serían de gran categoría.

Huracanes.
El huracán Dorian de categoría 2 acecha la península de Florida y podría impactar como una feroz tormenta categoría 4 el martes próximo. Aquí te explicamos cómo se forman los huracanes.
Los huracanes son fenómenos climáticos que arrasan con todo a su paso y son comunes en los trópicos.
La formación del huracán Matthew, el más poderoso desde 2007 en el Caribe (en la foto), reavivó desde entonces el interés por conocer el origen de estos catastróficos fenómenos.
Los huracanes llevan el nombre genérico de ciclones tropicales.
Según informa la NASA en su página web, los huracanes se forman sobre las aguas cálidas de océanos, cerca del Ecuador.
El nombre de huracán es solo atribuído a las masivas tormentas que se generan en el Atlántico y la parte este del Pacífico. En la foto, el Superdome en New Orleans, durante el paso del huracán Katrina en 2005.
El caldo de cultivo para que se forme un huracán es el aire bien húmedo, que sirve como 'combustible' que da inicio al fenómeno climático. En la foto, el Centro de Huracanes, en Miami, Florida.
El primer ingrediente, entonces, es un océano con aguas cálidas. Se estima que el agua del mar debe estar a unos 78 grados F, temperatura que debe extenderse hasta un mínimo de 164 pies de profundidad. En la foto, la gente busca refugio durante el huracán Katrina en New Orleans, en agosto de 2005.
El segundo componente necesario para la formación de un huracán es el viento, que en el caso de los formados en el Atlántico, vienen desde Africa. Y causan serios estragos, como el huracán Hermine cuando tocó la costa de Florida en el Golfo de México.
Mientras el viento sopla a altas velocidades sobre la superficie del mar, el agua se evapora y se eleva, lo que produce un enfriamiento del vapor mientras asciende.
El vapor que se eleva y se enfría a medida que sube, forma nubes llamadas 'cumulonimbus' que forman la génesis de un huracán.
Los científicos han dividido la formación de un huracán en cuatro etapas, siendo la primera 'un disturbio tropical', formado por el ir y venir del proceso de condensación y evaporación que da inicio a una especie de círculo de nubes que gira sobre su centro. En la foto, un residente lamenta los daños de un huracán.
La segunda etapa es una 'depresión tropical': ocurre cuando la tormenta crece en tamaño y alcance. 'El aire en la cima de la columna de nubes se enfría y se torna inestable', señala la NASA.
Cuando los vientos alcanzan entre 22 millas y 32 millas por hora, la tormenta pasa a ser una 'depresión tropical'.
Luego pasa a ser una tormenta tropical si los vientos sobrepasan las 37 millas por hora. A esta altura del proceso, la tormenta recibe un nombre. Los vientos soplan con más fuerza y lo hacen desde el oeste hacia el este en el hemisferio norte y al revés, en el hemisferio sur.
Cuando la tormenta alcanza vientos de 75 millas por hora, o más, se convierte en huracán. La tormenta ya se encuentra a unos 15,000 metros de altura y puede tener un radio de alcance de 124 millas.

Temporada 2018: muerte y destrucción

La temporada en el Atlántico dejó un paso una estela de muerte y destrucción en el 2018 debido a los huracanes Florence (de categoría 4) y Michael (categoría 5) que afectaron la región sureste del país.

En total, la temporada del año pasado produjo 15 tormentas con nombre, incluidos ocho huracanes, de los cuales dos fueron de gran categoría.

Todas las tormentas subtropicales del período se convirtieron luego en una tormenta tropical, con tres (Beryl, Leslie y Oscar) que eventualmente fueron huracanes.

Además, fue la primera temporada desde 2008 en tener cuatro tormentas con nombre activas al mismo tiempo: Florence, Helene, Isaac y Joyce).

Temporada de huracanes en el Pacífico este 2019

La costa Pacífica no se salva de estos fenómenos meteorológicos. Su temporada dio inicio este pasado 15 de mayo y termina el 30 de noviembre.

La temporada del 2018 empató con la cuarta más activa, según reportó Storm Geo en su resumen del año pasado, señalando al huracán Lane que rompió record en lluvia en Hawái y el huracán Willa, el ciclón más violento que ha tocado tierras mexicanas desde el 2006.

Se espera un total de 19 sistemas tropicales durante este tiempo de los cuales cinco podrían alcanzar la categoría 1 o 2 en la escala Saffir-Simpson. Se espera que otras seis lleguen a categorías de 3, 4 o 5, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en México.

Cómo prepararse 

La temporada de huracanes puede causar estrés y angustia entre los residentes de los estados usualmente en el cono de las proyecciones de los ciclones tropicales. Aunque es difícil precisar exactamente la intensidad y el camino de cualquier tormenta, es importante tomar cada aviso y advertencia con seriedad ya que cada tormenta tiene la posibilidad de interrumpir servicios de electricidad, dar a escasez de agua potable y combustible, entre varios otros inconvenientes.  

Sin embargo, la clave es estar preparado.

Los expertos recomiendan tener un plan de acción listo para los miembros de su familia antes de la llegada de un posible huracán, así como también almacenar ciertos productos o alimentos que le resultarán indispensables.

A veces debido a posibles inundaciones o por la categoría de intensidad de la tormenta, se emite una orden de evacuación a zonas hasta 100 millas de la costa afectada. Es importante evaluar el peligro si te quedas en tu casa y escuchar a las recomendaciones, ya que es posible que hasta “las casas resistentes y bien construidas no se mantengan en pie frente a un huracán”, según los Centros de Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en ingles).

Si debes evacuar, acuérdate de llevar contigo lo esencial, artículos como tu celular medicamentos, dinero en efectivo y cualquier documento de identificación.

Si debes quedarte en casa, los CDC recomiendan que te mantengas informado a través de la radio o la televisión. Debes estar listo para evacuar si llegan a dar la orden, o si tu casa sufre graves daños.

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    Créditos

    Johanna Álvarez, Editora Regional  ▪ Krystalle Pinilla, Editora Regional

     

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