Un funcionario de Boston está reafirmando la posición de la ciudad como una ciudad santuario en respuesta a la promesa del presidente electo Donald Trump de deportar a millones de inmigrantes "criminales" ilegales.
El Departamento de Policía de Boston no participa en redadas federales de inmigración y arrestos. Pero con Trump camino a la Casa Blanca, el Concejal de la Ciudad Tito Jackson dice que es hora de enviar un mensaje.
Jackson está en desacuerdo con la agenda de inmigración de Trump y dice que Boston no debería ayudar con las deportaciones masivas.
Trump dijo a "60 Minutes" que está dispuesto a deportar o encarcelar entre 2-3 millones de personas ilegalmente en este país y que "son criminales y tienen antecedentes penales, pandilleros, traficantes de drogas".
El presidente electo en repetidas ocasiones prometió construir un muro a lo largo de la frontera mexicana durante su campaña, y también insistió en que deportaría a los 11 millones inmigrantes indocumentados en el país.
En Boston, sin embargo, Jackson dice que los funcionarios no cooperarán con tal barrido.