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Octubre es el mes de concientización sobre el cáncer de mama, en el que personas de todas partes del mundo muestra su apoyo a los afectados por esta enfermedad. Debido a la pandemia, muchos de los eventos planeados se han visto reducidos. Sin embargo, como sucede con cualquier aspecto de la salud, la prevención del cáncer de mama también ha sufrido las consecuencias (como se explica más adelante).

Sin contar el cáncer de la piel, el cáncer de mama continúa siendo el tipo de cáncer más común entre las mujeres estadounidenses (incluyendo a las mujeres hispanas). Aunque puede ocurrir a cualquier edad, el riesgo aumenta a medida que uno se hace mayor. Acudir a revisiones médicas y realizar mamografías anuales es clave para la detección temprana: según la Sociedad Americana del Cáncer, la tasa de supervivencia es de 99 por ciento cuando el cáncer de mama se detecta temprano y está confinado al área en que se originó.

Con estas dificultades en mente, ten en cuenta estos tres puntos clave la próxima vez que te encuentres con un lazo rosado.

El cáncer de mama y las mujeres latinas

Si revisas la data general, la tasa del cáncer de mama en las mujeres latinas es menor que en las mujeres blancas no hispanas. Pero estos números pueden ser engañosos. El cáncer de mama no sólo es la causa principal de muertes por cáncer entre las mujeres latinas en los Estados Unidos—y de las mujeres en general—sino que este tipo de cáncer suele afectar a este grupo en particular a una temprana edad, y tiende a ser más agresivo que en otros grupos.

Lamentablemente, la baja tasa hace que muchas mujeres latinas presten menos atención a la enfermedad. Por más que existe evidencia demostrando que las latinas tienen la segunda mayor prevalencia de los genes del cáncer de mama, BRCA1 y BRCA2, este grupo suele tener un bajo nivel de conocimiento de los riesgos del cáncer hereditario. Como resultado, las pruebas genéticas se realizan con menor frecuencia que en otros grupos.

El impacto de la pandemia

Cuando recién empezó la pandemia, hubo retrasos e interrupciones en el cuidado del cáncer de mama—desde las pruebas hasta los diagnósticos, tratamientos, y atenciones de seguimiento—y muchos tuvieron que manejar los desafíos de sus diagnósticos en medio en una crisis de salud sin precedentes.

A causa de la pandemia, muchas mujeres dejaron de lado sus revisiones médicas y mamografías, la mejor herramienta para diagnosticar el cáncer de mama. A medida que las instalaciones de salud reanudan sus atenciones, muchas mujeres continúan retrasando sus citas. Saltearse una mamografía puede tener graves consecuencias: según la doctora Niamey Wilson, directora de cirugía, investigación y calidad para el Hartford HealthCare Cancer Institute y líder de la division de cirugías de mama para el Hartford HealthCare Medical Group, la detección temprana puede resultar en un 20 por ciento de mayor probabilidad de un tratamiento exitoso.

Nuevas opciones de tratamiento y lo que viene

A causa del impacto extendido del cáncer de mama, investigadores y hospitales en todo el mundo trabajan para avanzar la prevención, detección, y opciones de tratamiento. También trabajan incansablemente para abordar las disparidades en la opciones de cuidado y mejorar la calidad de vida para los sobrevivientes.

Algunos de sus avances más recientes incluyen:

  • Mejor comprensión de los síndromes del cáncer hereditario: Existen ciertas mutaciones genéticas—BRCA1 y BRCA2, por ejemplo—que ya se conocen por ser factores de riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer, incluyendo el de mama. Lo nuevo son los avances en las técnicas de secuenciaciones genéticas, que ayudan a que investigadores identifiquen otros síndromes del cáncer hereditario que también sean factores de riesgo.
  • Opción oral para terapias específicas: La quimioterapia tradicional trabaja matando las células que se multiplican rápidamente, ya sean normales o cancerígenas. Por el otro lado, la terapia específica detiene o disminuye la propagación de las células cancerígenas. Tener una opción oral para este tipo de tratamiento mejora la calidad de vida de los pacientes.
  • Potenciar las opciones de exámenes: Una serie de estudios se están realizando para ver si las mamografías 3-D—también conocidas como tomosíntesis de mama—ayudan a detectar el cáncer en un estado menos avanzado.

¿Por qué seguir retrasando tu próximo examen de mama? Para obtener más información sobre la salud de la mujer o para programar una cita de mamografía con el Dr. Álvaro Menéndez, haz clic aquí.

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