MIAMI, Florida - Tras azotar la península de Yucatán como tormenta tropical, el sistema Gamma se degradó a una depresión postropical el lunes en la noche, informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés).
Según el boletín emitido por el NHC el lunes a las 10:00 p.m., hora del centro, la depresión postropical se encontraba a unas 85 millas al este-noreste de Progreso, México, y 125 millas al noroeste de Cozumel, México.
El sistema tenía vientos máximos sostenidos de 35 millas por hora, y se movía en dirección suroeste a una velocidad de traslación de seis millas por hora.
Se descontinuaron todos los avisos y vigilancias.
Se pronostica que el centro de la depresión entrará a tierra sobre la costa noroeste de la península de Yucatán el martes, y permanecería en la porción norte de esa región hasta disiparse el miércoles.
De igual modo, se espera que Gamma se comience a debilitar gradualmente y se degenere a un remanente postropical la noche del lunes.
La tormenta tropical Gamma dejó al menos seis muertos y más de 3,600 evacuados a su paso por el sudeste mexicano, donde provocó deslizamientos de tierras, inundaciones de calles y afectaciones en un área de zonas turísticas, informaron las autoridades mexicanas el domingo.
La Coordinación Nacional de Protección Civil del país indicó en un comunicado que entre los fallecidos se encuentran dos mujeres y dos niños de una comunidad montañosa del estado de Chiapas, que murieron debido al deslizamiento de una ladera sobre su vivienda.
Los otros dos decesos fueron en el estado de Tabasco, donde una persona fue arrastrada por el agua y otra, confirmada por este departamento a última hora del domingo, murió por ahogamiento.
Durante todo el fin de semana la combinación de Gamma con frentes fríos provocó lluvias extraordinarias en numerosos puntos de la península de Yucatán y en Chiapas, afectando a más de medio millón de personas.
El estado más golpeado fue Tabasco, donde más de 3,400 fueron evacuadas a refugios temporales.
En Quintana Roo, por donde entró la tormenta y que acoge los principales balnearios turísticos del Caribe mexicano, había poco más de 40,000 turistas, ya que debido a la temporada vacacional y la pandemia los hoteles de destinos tan populares como Cancún y Cozumel tenían una ocupación en torno a 30%.
También hubo diversas inundaciones, caída de árboles y fallas temporales de las comunicaciones con las islas.
Las autoridades mexicanas seguían alertando a la población porque el temporal continuaría y así el peligro de deslaves y desbordamientos de ríos.