REHOBOTH BEACH, Delaware — El presidente Joe Biden acortó un fin de semana en su casa de playa en Delaware para reunirse con su equipo de seguridad nacional y monitorear la situación en Oriente Medio, antes de un temido ataque iraní contra Israel.
Desde que inició la guerra entre Israel y Hamas hace seis meses, las tensiones están en su momento más elevado después que un presunto ataque israelí de este mes contra un edificio consular iraní en Siria matara a 12 personas, incluidos dos altos generales iraníes de la Fuerza Quds de élite de la Guarda Revolucionaria.
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Irán prometió tomar represalias contra Israel, y funcionarios estadounidenses e israelíes se han estado preparando para un ataque este fin de semana, lo que aumenta los temores de que el conflicto se extienda a una guerra regional.
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La vocera del Consejo Nacional de Seguridad Adrienne Watson dijo el sábado en un comunicado que “Irán ha iniciado un ataque aéreo contra Israel”. Añadió que “Estados Unidos estará con el pueblo de Israel y apoyará su defensa contra estas amenazas de Irán”.
Biden abordó el helicóptero presidencial en un parque cerca de su casa en Rehoboth Beach, Delaware, para volver a Washington el sábado por la tarde, poco después que las autoridades israelíes confirmaran que habían detectado drones lanzados hacia su territorio desde Irán.
Tiene programado convocar una reunión de directores del Consejo Nacional de Seguridad en la Sala de Crisis de la Casa Blanca para analizar los sucesos y planificar la respuesta estadounidense.
El Pentágono reportó que el secretario de Defensa Lloyd Austin habló con su homólogo israelí “para discutir amenazas regionales urgentes… y dejó claro que Israel podía contar por completo con el apoyo de Estados Unidos para defender a Israel contra cualquier ataque de Irán y sus representantes regionales”.
El asesor de seguridad nacional Jake Sullivan también habló con su homólogo para reforzar el “compromiso invulnerable (de Washington) con la seguridad de Israel”.
Biden dijo el viernes que Estados Unidos estaba “dedicado” a defender a Israel y que “Irán no tendrá éxito”. Cuando la prensa le pregunto cuál era su mensaje a Irán, el mandatario respondió: “No lo hagan”.
Ignoró una pregunta sobre qué desataría una respuesta militar directa de Estados Unidos, y cuando le preguntaron qué tan inminente es un ataque iraní contra Israel, Biden dijo que no quería hablar sobre información segura, “pero mi expectativa es que más pronto que tarde”.
Estados Unidos, junto con sus aliados, han enviado mensajes directos a Teherán para advertir contra una intensificación del conflicto.
Durante la guerra en Gaza, casi a diario ha habido intercambio de fuego entre las fuerzas israelíes y el grupo miliciano Hezbollah con apoyo de Irán a lo largo de la frontera entre Israel y Líbano.
Funcionarios estadounidenses han registrado más de 150 ataques de milicianos respaldados por Irán en Irak y Siria contra fuerzas estadounidenses en bases en esos países desde que inició la guerra el 7 de octubre.
En un ataque ocurrido a finales de enero, tres efectivos estadounidenses fueron asesinados en Jordania. En represalia, Estados Unidos lanzó un ataque aéreo intensivo, alcanzando más de 85 objetivos en siete lugares de Irak y Siria.
Mientras tanto, el sábado, comandos del grupo paramilitar iraní Guardia Revolucionaria bajaron a rapel de un helicóptero hacia un buque portacontenedores afiliado a Israel cerca del estrecho de Ormuz y se apoderaron de la embarcación.
La vocera del Consejo Nacional de Seguridad Adrienne Watson dijo que Estados Unidos condenaba firmemente la toma del barco e instó a Irán a liberarlo de inmediato, junto con la tripulación.
“Trabajaremos con nuestros socios para que Irán rinda cuentas por sus actos”, dijo.
También el sábado, en Cisjordania, ocupada por Israel, también se produjeron algunos de los peores actos violentos desde el ataque de Hamás contra Israel.