Los estudiantes de las Escuelas Públicas de Boston ni siquiera han regresado a la escuela durante una semana, pero aparentemente muchos de ellos ya están llegando tarde.
El sistema de escuelas públicas de Boston está teniendo dificultades para cumplir con un nuevo requisito estatal que dice que al menos el 95% de los autobuses escolares deben llegar a tiempo, según el Boston Globe.
"Llevar a nuestros estudiantes a la escuela de manera segura por la mañana y regresarlos a casa al final del día es fundamental para nuestra misión de asegurarnos de que cada estudiante obtenga lo que necesita para tener éxito. Nuestros tiempos de llegada de autobuses antes y después de la hora de la campana continúan mejorar", dijo el distrito a Telemundo Boston en un comunicado.
El distrito atribuye esto a varios factores, uno de los cuales es el cierre de la Línea Naranja.
Durante los primeros tres días de clases, el distrito en general logró hacer mejoras cada día. La cantidad de autobuses que llegaron a tiempo pasó del 50% el primer día, al 73% el tercer día del año escolar, según el Globe. Sin embargo, incluso después de la mejora, el distrito sigue estando significativamente por debajo del requisito estatal del 95%.
El cierre de la Línea Naranja está teniendo un impacto en el tráfico de todos los conductores, no solo de los autobuses escolares, con docenas de autobuses lanzadera que se suman a la congestión durante las rutas de autobuses de la mañana y la tarde.
Tradicionalmente, Boston solo había ofrecido servicio de autobús para estudiantes en los grados K-6. Este año, sin embargo, BPS ofrece servicio de autobús para estudiantes de secundaria. 500 estudiantes aceptaron la oferta.
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Boston brinda transporte a más de 20,000 estudiantes a 224 escuelas todos los días.
La verdadera prueba para los autobuses escolares de Boston debería llegar la próxima semana, una vez que la Línea Naranja vuelva a estar abierta para los pasajeros.
