El viernes, el gobernador Charlie Baker promocionó la prueba conjunta de COVID-19 como una forma para que las escuelas vuelvan a una nueva normalidad mientras su administración presiona para que los estudiantes vuelvan a las aulas en todo el estado.
Después de recorrer la escuela secundaria Nock-Molin en Newburyport, que ha implementado pruebas conjuntas, Baker calificó la estrategia como una forma consistente y "sin complicaciones" de monitorear las escuelas en busca de casos de coronavirus.
"Esta es una gran parte de cómo creamos y construimos lo que describiría como lo que sea que la nueva normalidad vaya a ser aquí con respecto a la vida, tanto hacia el final como cuando doblamos la esquina aquí y en el futuro, con respecto a cómo administrar el COVID", dijo Baker.
Según los funcionarios, unas 950 escuelas en 159 distritos han implementado un programa de este tipo, atendiendo a unos 300,000 estudiantes, educadores y miembros del personal.
Baker anunció la semana pasada que el estado pondrá a disposición de las escuelas de Massachusetts las pruebas de grupo de COVID-19 semanales durante el próximo mes para ayudar a que más estudiantes regresen al aula.
Los funcionarios de educación esperan que la cantidad de escuelas con pruebas conjuntas aumente significativamente en las próximas semanas y dicen que la administración apoyará financieramente a esas escuelas durante las primeras seis a ocho semanas de implementación.
