Todos los que trabajen para el Departamento Ejecutivo de Massachusetts deberán proporcionar pruebas de que han sido vacunados a mediados de octubre según una orden ejecutiva firmada el jueves por el gobernador Charlie Baker.
Cualquiera que no esté vacunado y no tenga una exención por razones médicas o religiosas aprobada antes del 17 de octubre enfrentará una acción disciplinaria, que puede incluir el despido, dijo la administración Baker.
La política se aplica tanto a las personas que trabajan desde casa como a las que trabajan en las oficinas, según el anuncio. La administración le dirá a los empleados del Departamento Ejecutivo cómo verificar que hayan recibido dos dosis de la vacuna Moderna o Pfizer, o la única dosis de Johnson & Johnson.
Los empleados también deberán recibir las inyecciones de refuerzo de la vacuna siguiendo las pautas de los CDC.
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El requisito de vacunación de los empleados va más allá que el de otros, como el de Boston: la ciudad exige que los empleados que no están vacunados se realicen la prueba de COVID-19 todas las semanas.