Chelsea se ha convertido en el primer municipio de Massachusetts en prohibir la venta de botellitas de licor. El municipio culpa a esta presentación de licor como un factor importante en el problema de consumo irresponsable de alcohol en el área del centro.
Las pequeñas botellas fueron retiradas de las licoreras desde el pasado marzo, pero ahora la industria del licor continúa su lucha para tenerlas de regreso en los anaqueles.
Por otro lado la opinión ciudadana al respecto se encuentra dividida. Mientras unos piensan esta medida solo perjudica las personas de bajos recursos, otros comulgan con que la medida ayuda a disminuir el alcoholismo y agresiones en las calles.
Algunos comerciantes de licor señalan que desde la prohibición sus ventas han bajado un 10%, el equivalente para algunos al pago de servicio público o una semana de pago de uno de sus empleados.
Por su parte la policía de la ciudad argumentan que las pequeñas botellas alientan a la gente a tomar en las calles o parques, un problema que no se puede pasar por alto.
En marzo se prohibió la venta de botellas de 50 ml. En agosto el consejo extendió la medida a las botellas de 100 ml y puso sobre la mesa la posibilidad de incluso llegar a prohibir la venta de botellas de 250 ml.
Esta propuesta ha provocado que los comerciantes locales de licor busquen una audiencia ante la Comisión de Control de Bebidas Alcohólicas. Se espera sean recibidos este próximo jueves.
Comerciantes de la zona del centro por su parte se han manifestado a favor de la prohibición, pues aseguran esto mejorará la imagen del sector atrayendo más clientes.
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Con información de Bostonglobe.com
