Después de que la cámara captó una pelea violenta en Haverhill High School la semana pasada, el comité escolar está considerando agregar seguridad a los edificios del distrito.
Una adolescente fue arrestada después de pelear con otra estudiante en Haverhill High School la semana pasada. Los oficiales de recursos escolares disolvieron la pelea, que ocurrió durante el primero de los períodos de almuerzo de la escuela.
La superintendente de Haverhill, Margaret Marotta, dijo que se recuperó un cuchillo en la escena. El video del teléfono celular muestra a otros estudiantes reunidos alrededor de las dos niñas y algunos animan la pelea. Nadie resultó herido, dijo la policía.
Durante la reunión del lunes por la noche, Marotta explicó que la escuela secundaria no tiene suficiente personal y tiene dificultades para llenar los puestos vacantes.
Tanto los padres como los estudiantes pidieron más policías en los terrenos escolares y límites en el uso de teléfonos celulares. Otros pidieron castigos más severos contra los estudiantes que causan problemas, criticando cómo el director de la escuela secundaria Haverhill, Jason Meland, ha manejado el mal comportamiento.
“Durante los últimos cuatro años, he visto mi escuela decaer drásticamente y ahora está en un punto de ruptura”, dijo un estudiante. En general, nuestro director ha sido suave en su forma de lidiar con esto, y los estudiantes se han apoderado de la escuela”.
El alcalde de Haverhill, James Fiorentini, también hace un llamado a la acción y enfatizó que los estudiantes no deberían tener que preocuparse por estar seguros en la escuela.
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Los padres fueron informados sobre el incidente a través de una llamada automática y un correo electrónico la semana pasada. En esa carta a los padres, el director Meland dijo que la situación estaba bajo control y que la policía había sacado a una estudiante.
Durante el resto del día escolar, dijo que la escuela operó bajo el protocolo de espera, lo que significa que los estudiantes asistieron a sus clases según lo programado, pero no podían moverse libremente por los pasillos sin un pase.
