Una colmena que había crecido a unos pocos cientos de miles de abejas necesitaba ser removida de debajo de un techo en el vecindario Allston de Boston el lunes.
Los apicultores que trabajaban en este trabajo único nos dieron una mirada al interior mientras trataban de ayudar a las abejas, manteniendo vivas a tantas como fuera posible mientras derribaban la colmena masiva a 50 pies de altura.
"Esto es como el unicornio de los trabajos. Simplemente no se ve esto en Nueva Inglaterra, nunca", dijo Brad Hall, de NW Pest Control.
Nunca se había enfrentado a nada como esta colmena. Un equipo de apicultores profesionales de Al-Lins Honey Farm en Beverly subió por el edificio en un elevador hidráulico para aspirar las abejas y ponerlas en jaulas.
Es un proceso delicado y que requiere mucho tiempo, dijo Hall: "Queremos asegurarnos de que estas abejas sean reubicadas para que sigan produciendo miel y polinización y hagan todo lo que se supone que deben hacer".
