Los salones de belleza de Connecticut podrán usar secadores de pelo cuando vuelvan a abrir, una reversión de las pautas originales anunciadas la semana pasada, confirmó el lunes un portavoz del gobernador Ned Lamont.
El estado originalmente había dicho que los salones de belleza que opten por reabrir el 20 de mayo no podrían usar los secadores de pelo, citando preocupaciones sobre la circulación de partículas a través del aire.
Los propietarios y trabajadores de salones han expresado su preocupación de que las pautas para la reapertura. Aquellos que trabajan con cabello étnico dijeron que el secado es esencial para algunos de los servicios que ofrecen, y la restricción les haría imposible hacer su trabajo.
Los secadores no eran la única preocupación. Algunos temen que la reapertura el 20 de mayo no sea segura para los trabajadores y clientes, y dicen que será difícil obtener el equipo de protección personal (EPP) y los materiales de limpieza y desinfección necesarios para cumplir con las pautas estatales.
Otros señalaron que la naturaleza de su negocio hace que permanecer a 6 pies de distancia sea imposible, y les preocupa que sus espacios sean demasiado pequeños para seguir las restricciones de espacio necesarias para el distanciamiento social.
Las pautas para los salones de belleza que optan por reabrir son las siguientes:
Para peluquerías:
- Capacidad máxima del 50 por ciento
- Solo citas
- Salas de espera cerradas
- Estaciones de trabajo a 6 pies de distancia
- Barreras físicas donde sea posible
- Pagos sin contacto preferidos
- Herramientas empapadas en desinfectante entre clientes
- Desinfectante de manos y toallitas de limpieza en los puntos de entrada
- Las áreas de alto contacto y los baños deben limpiarse con frecuencia.
- Limite la conversación donde sea posible.
- Empleados deben usar mascarillas y protectores faciales o protección para los ojos
- Empleados deben proporcionar delantal limpio para cada cliente
- Clientes deben usar máscaras faciales o revestimientos faciales de tela
- Mayor ventilación y flujo de aire cuando sea posible.
Los funcionarios estatales han dicho que están abiertos a escuchar a los propietarios y trabajadores de salones para ver si pueden modificar las pautas.
