SAO PAULO - El presidente brasileño Jair Bolsonaro fue dado de alta el domingo del hospital donde recibió tratamiento por una obstrucción intestinal.
Bolsonaro, quien fue ingresado el miércoles en el Hospital Vila Nova Star de Sao Paulo con dolores abdominales y un hipo persistente, parecía de buen ánimo al salir del centro médico, comentando a periodista que espera poder comer carne a la parrilla en unos 10 días.
VÉALO GRATIS A CUALQUIER HORA
Mira sin costo Telemundo Nueva Inglaterra, 24/7, donde quiera que estés. |
Los médicos inicialmente consideraron operar a Bolsonaro, de 66 años, pero decidieron no hacerlo.
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email. Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo Nueva Inglaterra aquí.
Por unos días, Bolsonaro fue alimentado por tubo pero al regresar al método normal fue dado de alta.
En las redes sociales aparecieron imágenes de Bolsonaro caminando por el hospital y trabajando, incluso reuniéndose con sus ministros por videoconferencia.
Antes de llegar al hospital de Sao Paulo, el mandatario manifestó en su perfil oficial de Twitter que afronta "un desafío más" como consecuencia de ese ataque, que tildó de "atentado cruel" y que volvió a utilizar para atacar a sectores de la izquierda.
El gobernante, que acompañó su mensaje con una fotografía en la que aparece en una cama de hospital, sin camisa y con electrodos, aseguró que "Dios" le dio entonces una "nueva oportunidad" para "finalmente poner a Brasil en el camino de la prosperidad".
Desde el jueves de la semana pasada, cuando realizó su habitual programa en vivo a través de las redes sociales, Bolsonaro evidenció el hipo que lo aquejaba y en sus posteriores intervenciones públicas continuó con los síntomas.
“Pido disculpas a todos los que me están escuchando porque he estado con hipo desde hace cinco días”, dijo el mandatario durante una entrevista con Radio Guaiba el 7 de julio. Insinuó que la causa podría ser un medicamento que le recetaron después de una cirugía dental.
El hipo crónico es generalmente una manifestación de algún otro problema de salud, como un intestino obstruido que podría ameritar cirugía, había dicho el doctor Anthony Lembo, gastroenterólogo del Centro Médico Beth Israel Deaconess en Boston.
"Agradezco a todos por el apoyo y por las oraciones", dijo el jefe de Estado, que vive su peor momento de popularidad desde que asumió el poder en enero de 2019, según los últimos sondeos de opinión.
En septiembre del año pasado, el presidente brasileño pasó por una cirugía en Sao Paulo para extraerle un cálculo renal.
En los tres últimos años, ha sido sometido a cinco operaciones, cuatro de ellas como consecuencia del atentado que sufrió en 2018.
Bolsonaro fue acuchillado mientras era llevado a hombros por una multitud en un mitin electoral celebrado en la localidad de Juiz de Fora, en el estado de Minas Gerais.
El agresor fue detenido inmediatamente después del ataque, pero fue declarado inimputable, pues el juez consideró que no estaba en capacidad de responder por sus actos debido a sus problemas mentales.
En julio pasado, el líder ultraderechista, uno de los gobernantes más escépticos sobre la gravedad del nuevo coronavirus, dio positivo por COVID-19 y estuvo 20 días aislado en el Palacio de la Alvorada, su residencia oficial en Brasilia, hasta superar la enfermedad.