Aunque la carrera por la presidencia de Estados Unidos está lejos de terminar, en China una empresa está ganando mucho dinero a costa de esta campaña electoral.
Se trata de una compañía cuyo negocio son las máscaras, que se venden como pan caliente.
Y el éxito de su negocio son las máscaras del precandidato republicano Donald Trump y de la precandidata demócrata Hillary Clinton.
Hasta ahora han recibido órdenes de más de medio millón de las máscaras de cada uno.
Si siguen así los pedidos, superarán a las máscaras de Spiderman y Osama bin Laden.