Un exjefe del sindicato de la policía de Boston que enfrenta un total de 33 cargos en relación con la violación y el abuso de seis niños durante varios períodos de tiempo a partir de la década de 1990 se declaró culpable el lunes.
Patrick Rose se había declarado previamente no culpable y mantuvo su inocencia, pero cambió su declaración durante una comparecencia en el Tribunal Superior de Suffolk. Los cargos originales de violación agravada se redujeron a violación como parte de un acuerdo de culpabilidad.
Rose fue sentenciado a 10 a 13 años de prisión, más 10 años de libertad condicional y varias costas judiciales.
Rose, de 67 años, ex oficial de policía de Boston y presidente de la Asociación de Patrulleros de la Policía de Boston, fue arrestado por cargos de sexo infantil en agosto de 2020 debido a acusaciones de que agredió sexualmente a una familiar joven desde que ella tenía 7 años.
La víctima, ahora una adolescente, le dijo a la policía que las agresiones continuaron durante cinco años, hasta que cumplió 12 años. Rose supuestamente la tocó de manera inapropiada y le pidió que realizara actos sexuales con él en su casa de West Roxbury.
Más tarde, Rose fue acusado de violar y abusar de otros cinco niños. Los fiscales dijeron que la mayoría de los cargos se remontan a la década de 1990, pero al menos uno fue en los últimos dos años.
A Rose se le permitió permanecer en la fuerza durante años a pesar de que los investigadores internos encontraron pruebas suficientes que respaldan las acusaciones de que agredió sexualmente a un menor, según documentos publicados por la ciudad el año pasado.
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El archivo de asuntos internos fue ordenado por la alcaldesa interina Kim Janey después de que The Boston Globe informara que Rose había podido conservar su placa a pesar de una denuncia penal en 1995 por agresión sexual a un niño de 12 años.
La denuncia penal finalmente se retiró, pero la División de Asuntos Internos del departamento concluyó que había suficiente evidencia para respaldar las acusaciones, según los documentos. El entonces comisionado de policía de Boston, Paul F. Evans, fue notificado en un memorando de junio de 1996 de los resultados de la investigación.
Rose había sido relevado de su arma y colocado en tareas administrativas, pero fue devuelto a sus funciones completas después de que un abogado de la Asociación de Patrulleros de la Policía de Boston le escribió al comisionado en octubre de 1997 y amenazó con presentar una queja, según los documentos.
Una revisión de la ciudad de la investigación de Rose condujo a una serie de recomendaciones para mantener la transparencia del departamento. Entre los cambios recomendados por la Oficina de Rendición de Cuentas y Transparencia Policial se encuentran iniciar investigaciones sobre los oficiales acusados de delitos dentro de las 48 horas y crear una guía clara sobre cómo se debe castigar a los oficiales.
