Steward Health Care dijo que planea vender todos sus hospitales después de anunciar esta semana que se declaró en quiebra.
La compañía con sede en Dallas, que opera más de 30 hospitales en todo el país, dijo que no espera ninguna interrupción en las operaciones diarias de sus hospitales, que según la compañía continuarán en el curso normal durante todo el proceso del Capítulo 11.
En documentos judiciales, la compañía dijo que a partir de finales de enero, Steward inició lo que describió como un “proceso de comercialización por fases” para la venta de sus instalaciones hospitalarias.
"Actualmente, la empresa está comercializando todos sus hospitales", dijo la empresa en un comunicado el martes.
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Steward se declaró en quiebra el lunes temprano. En un comunicado de prensa, funcionarios de la compañía dijeron que Steward tomó la medida para permitirle continuar brindando la atención necesaria a los pacientes.
"Los hospitales, centros médicos y consultorios médicos de Steward están abiertos y continúan sirviendo a los pacientes y a la comunidad en general y nuestro compromiso con nuestros empleados no cambiará", dijo la compañía en una declaración escrita.
Los ocho hospitales de Steward en Massachusetts incluyen el Hospital St. Elizabeth y el Hospital Carney, ambos en Boston. Solicitó protección ante el Tribunal de Quiebras de Estados Unidos para el Distrito Sur de Texas.
La fiscal general de Massachusetts, Andrea Campbell, dijo el miércoles que está impulsando la creación de un Defensor del Pueblo para la Atención al Paciente para defender a los pacientes y empleados durante todo el proceso de quiebra. También dijo que tiene la autoridad para revisar cualquier propuesta de venta bajo los poderes antimonopolio de su oficina.
"La oficina tiene autoridad para revisar cualquier propuesta de venta, y lo haríamos para proteger mejor el acceso a un mercado de atención médica competitivo y asequible", dijo en una declaración escrita. "Si encontramos violaciones de la ley, las abordaremos".
Los problemas de Steward en Massachusetts han provocado la ira de figuras políticas como los senadores estadounidenses Elizabeth Warren y Edward Markey, quienes han dicho que los anteriores propietarios de capital privado de la compañía “vendieron (a Steward) por partes” y “se quedaron con cientos de millones de dólares”.
La gobernadora de Massachusetts, Maura Healey, dijo el lunes que el estado se había estado preparando para una posible declaración de quiebra. A pesar de la presentación, dijo, los hospitales de Steward permanecerán abiertos y los pacientes deberán acudir a sus citas.
“Esta situación surge y tiene sus raíces en la codicia, la mala gestión y la falta de transparencia por parte del liderazgo de Steward en Dallas, Texas”, dijo Healey el lunes. "Es una situación que nunca debería haber sucedido y trabajaremos juntos para tomar medidas que garanticen que esto nunca vuelva a suceder".
Steward dijo que está ultimando los términos del “financiamiento del deudor en posesión” de su propietario Medical Properties Trust para un financiamiento inicial de $75 millones y “hasta $225 millones adicionales tras el cumplimiento de ciertas condiciones”.
"Steward Health Care ha hecho todo lo que estuvo a su alcance para operar con éxito en un entorno de atención médica altamente desafiante", dijo el Dr. Ralph de la Torre, director ejecutivo de Steward en un comunicado de prensa.
Señaló en parte lo que describió como un reembolso insuficiente por parte de los pagadores del gobierno como resultado de tasas decrecientes en un momento de costos disparados.
Torre dijo que al buscar protección por quiebra, Steward estará mejor posicionado para “transicionar responsablemente la propiedad de sus hospitales con sede en Massachusetts”.
En marzo, la compañía anunció que había llegado a un acuerdo para vender su red nacional de médicos a Optum, una subsidiaria de UnitedHealth Group, mientras trabaja para estabilizar sus finanzas.
